
Hola!! La nueva entrada de la Lola en su blog trata sobre la educación como organización. No se exactamente que pregunta. Pero he buscado información sobre Educación como organización y sobre Willis. P (1988):
La escuela como institución que forma parte del estado refleja la ideología dominante. Dentro de la escuela la fuerza ideológica esta destinada al servicio de orientación profesional. La educación propugna la educación, el individualismo, al estar en contra de estos valores los asocian a lo femenino, los conformistas son "maricones". De esta manera asocian al trabajo manual con las características de la masculinidad, asociación que no los favorece. El esfuerzo físico y la rudeza del trabajo se mistifican, encontrando como coto inferior a los trabajos realizados por los otros grupos étnicos como denigrante "roñoso", y como cota superior a los blandos, pasivos representantes del trabajo mental. De esta manera el trabajo manual pasa a ser positivo.
Mantengo que el medio específico en que se produce una determinada concepción subjetiva de la fuerza de trabajo y la decisión objetiva de aplicarla al trabajo manual es la cultura contraescolar de la clase obrera. Ahí es donde se comunica a los individuos y a los grupos los temas obreros en su propio contexto determinado y donde los chicos de la clase obrera desarrollan creativamente, transforman y finalmente reproducen en su propia praxis las características de la cultura general de la sociedad, de una forma que les lleva directamente a determinados tipos de trabajo.
Los chicos «fracasados» de la clase obrera no asumen simplemente la curva descendente de trabajo donde la abandonan los chicos de clase media con menos éxito o los de clase obrera con más éxito. En vez de asumir una línea cada vez más estrecha de aptitud en la estructura profesional clasista tenemos que considerar las rupturas radicales representadas por las zonas de contacto de las formas culturales. Observaremos la manera en que el modelo cultural de «fracaso» de la clase obrera es bastante diferente y discontinuo de otros modelos. Aunque tenga, en un contexto determinado sus propios procedimientos, sus propias definiciones, su propia estimación de aquellos otros grupos considerados convencionalmente como de más éxito. Y esta cultura de clase no es un modelo neutral, ni una categoría «mental», ni un sistema de variables enfrentado con la escuela desde el exterior.
También he buscado información sobre los chicos del coro, porque me intrigaba de que trataba la película, la cual veré dentro de poco:
En 1949, Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profe-sor de música en paro, empieza a trabajar como vigilante en un internado de reeducación de meno-res. Especialmente represivo, el sistema de edu-cación del director Rachin (François Berléand) apenas logra mantener la autoridad sobre los alumnos difíciles. El mis-mo Mathieu siente una íntima rebeldía ante los métodos de Rachin y una mezcla de desconcierto y compasión por los chicos. En sus esfuerzos por acercarse a ellos, descubre que la música atrae poderosa-mente el interés de los alumnos y se entrega a la tarea de familiarizar-los con la magia del canto, al tiempo que va transformando sus vidas para siempre.
Las conclusiones que saqué después de haber visto la película fueron las siguientes:
Entendí como un profesor con sus propias ideas y dinámicas de clase podia transformar un realidad de niños conflictivos. Con la Músic. Esta chocaba con el sistema autoritario que implantaba el director con los niños huérfanos.
Comparando la película con la organización educativa como una máquina de creación de productos destinados al engranaje social.Como organización son aquellas responsables de creaa modelos perfectos de máquinas para dicho engranaje, los que no salen de acuerdo al modelo, lo desperdician, como se ve en la imagen de arriba.
Si la enseñanzas del profesor chocan con el director, llega a ser muy facil despedir a una persona a calmar una multitud. O todo aquello que no esté de acuerdo con el sistema implantado se va a la calle, es por eso que los demás profesores ocultaban sus verdaderas afinidades.
La escuela como institución que forma parte del estado refleja la ideología dominante. Dentro de la escuela la fuerza ideológica esta destinada al servicio de orientación profesional. La educación propugna la educación, el individualismo, al estar en contra de estos valores los asocian a lo femenino, los conformistas son "maricones". De esta manera asocian al trabajo manual con las características de la masculinidad, asociación que no los favorece. El esfuerzo físico y la rudeza del trabajo se mistifican, encontrando como coto inferior a los trabajos realizados por los otros grupos étnicos como denigrante "roñoso", y como cota superior a los blandos, pasivos representantes del trabajo mental. De esta manera el trabajo manual pasa a ser positivo.
Mantengo que el medio específico en que se produce una determinada concepción subjetiva de la fuerza de trabajo y la decisión objetiva de aplicarla al trabajo manual es la cultura contraescolar de la clase obrera. Ahí es donde se comunica a los individuos y a los grupos los temas obreros en su propio contexto determinado y donde los chicos de la clase obrera desarrollan creativamente, transforman y finalmente reproducen en su propia praxis las características de la cultura general de la sociedad, de una forma que les lleva directamente a determinados tipos de trabajo.
Los chicos «fracasados» de la clase obrera no asumen simplemente la curva descendente de trabajo donde la abandonan los chicos de clase media con menos éxito o los de clase obrera con más éxito. En vez de asumir una línea cada vez más estrecha de aptitud en la estructura profesional clasista tenemos que considerar las rupturas radicales representadas por las zonas de contacto de las formas culturales. Observaremos la manera en que el modelo cultural de «fracaso» de la clase obrera es bastante diferente y discontinuo de otros modelos. Aunque tenga, en un contexto determinado sus propios procedimientos, sus propias definiciones, su propia estimación de aquellos otros grupos considerados convencionalmente como de más éxito. Y esta cultura de clase no es un modelo neutral, ni una categoría «mental», ni un sistema de variables enfrentado con la escuela desde el exterior.
También he buscado información sobre los chicos del coro, porque me intrigaba de que trataba la película, la cual veré dentro de poco:
En 1949, Clément Mathieu (Gérard Jugnot), profe-sor de música en paro, empieza a trabajar como vigilante en un internado de reeducación de meno-res. Especialmente represivo, el sistema de edu-cación del director Rachin (François Berléand) apenas logra mantener la autoridad sobre los alumnos difíciles. El mis-mo Mathieu siente una íntima rebeldía ante los métodos de Rachin y una mezcla de desconcierto y compasión por los chicos. En sus esfuerzos por acercarse a ellos, descubre que la música atrae poderosa-mente el interés de los alumnos y se entrega a la tarea de familiarizar-los con la magia del canto, al tiempo que va transformando sus vidas para siempre.
Las conclusiones que saqué después de haber visto la película fueron las siguientes:
Entendí como un profesor con sus propias ideas y dinámicas de clase podia transformar un realidad de niños conflictivos. Con la Músic. Esta chocaba con el sistema autoritario que implantaba el director con los niños huérfanos.
Comparando la película con la organización educativa como una máquina de creación de productos destinados al engranaje social.Como organización son aquellas responsables de creaa modelos perfectos de máquinas para dicho engranaje, los que no salen de acuerdo al modelo, lo desperdician, como se ve en la imagen de arriba.
Si la enseñanzas del profesor chocan con el director, llega a ser muy facil despedir a una persona a calmar una multitud. O todo aquello que no esté de acuerdo con el sistema implantado se va a la calle, es por eso que los demás profesores ocultaban sus verdaderas afinidades.








